Puede ser un ingrediente más en tu cocina, parte de tu botiquín de primeros auxilios o de tu kit de artículos de limpieza. Un vino puede estar arruinado para ser bebido, pero esconde otros usos bastante útiles.
¿Descorchaste un Malbec 2004 y descubriste que está tan picado que ni el más borracho de tus amigos se animaría a probarlo? No lo tires. Acá, diez formas de aprovecharlo:
1. Teñir telas
Si alguna vez tuviste la mala suerte de derramar vino sobre tu ropa, sabrás muy bien que no sale. Justamente, esta bebida puede ser utilizada para teñir cualquier tipo de género, siempre y cuando no seas muy exigente con la paleta de colores: puede variar entre un rosa pálido, un malva profundo o un gris violáceo o azulado (dependerá del vino). Para hacerlo, calentá el vino a fuego lento en una olla grande, agregá la prenda que quieras teñir y revolvé durante 10 minutos. Una vez fría, enjuagala y tendela.
2. Lavar frutas y verduras
Al igual que el bicarbonato de sodio, el vino puede ser utilizado para lavar frutas y verduras. El alcohol disuelve las impurezas en la superficie y mata varios tipos de patógenos como la salmonella y la escherichia coli.
3. Máscara facial
¿Todavía tenés en tu heladera esa botella que abriste en Año Nuevo? Convertila en una máscara facial. El poder antioxidante del vino proporciona beneficios si se lo aplica directamente sobre la piel. Muy sencilla de preparar, colocá en un recipiente dos cucharadas soperas de vino tinto y 4 de miel. Mezclá y aplicá el ungüento sobre la cara y el cuello. Dejá actuar 20 minutos y retirá con agua tibia.
4. Sacar manchas de grasa
Ni ayudantes musculosos ni productos sofisticados. Nada mejor para quitar la grasa de tu cocina que la acidez de ese Sauvignon Blanc que abriste la última vez que tu suegra fue de visita. De la misma manera, ayuda a eliminar manchas de aceite en el piso de garajes y entradas de vehículos.
5. Curar moretones
Un antiguo remedio casero recomienda mojar un pedazo de pan en vino y luego aplicarlo sobre el hematoma para ayudarlo a sanar más rápido. Creer o reventar, es una verdad científica que esta bebida es rica en flavonoides, un antioxidante natural que tiene efecto desinflamatorio sobre el cuerpo.
6. Limpiar vidrios
El vino que se hecha a perder está en camino a convertirse en vinagre, por lo que funciona perfectamente para limpiar vidrios sucios. Añadí las sobras a una botella con pico pulverizador, completá con agua y aplicá la mezcla sobre ventanas y espejos. Frotá con papel de diario.
7. Blanco para limpiar tinto
Estás en una fiesta y en un gesto de entusiasmo volcás tu copa de tinto sobre la alfombra del anfitrión. ¿Qué hacer? Pedí prestada una copa de vino blanco, derramá el contenido sobre la mancha y frotala de inmediato con una toalla. Nadie va a enterarse de tu pequeño accidente.
8. Cocinar
Es sabido que el vino tinto realza el sabor de los alimentos. Si tenés una botella abierta apenas pasada, no dudes en usarla para adobar una carne al horno, por ejemplo. Mezclado el vino con un chorito de aceite de oliva, ajo, perejil y pimienta en granos, puede convertirse en ese ingrediente gourmet que te estaba faltando.
9. Hacer gelatina
Vino, un poco de azúcar y una bolsa de pectina líquida; todo lo que necesitás para preparar un postre bien original: gelatina de vino. Si te animás, sumale una lata grande de frutas en almíbar para reducir la acidez y sumarle sabor.
10. Hacer vinagre
Si nada de lo anterior te cierra, siempre podés dejar que la naturaleza siga su curso y que el tiempo convierta el vino en vinagre. Sólo tenés que dejar abierta la botella a temperatura ambiente durante un par de semanas.
Fuente: huffingtonpost.com
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