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jueves, 22 de diciembre de 2011

Esas raras costumbres

Hay países en los que debes respetar algunas tradiciones diferentes a las de otras latitudes. Para que no te sorprendan, te contamos cuáles son y qué debes hacer.

Comer con los dedos, una costumbre de los países árabes. Foto:iStockphoto.com







A la hora de viajar, muchos destacan el hecho de conocer nuevos paisajes, pero muchos otros, en cambio, se fascinan con la posibilidad de entrar en contacto con nuevas culturas, costumbres y tradiciones. Cualquiera sea el caso, hay algunas maneras de actuar que debes saber antes de viajar a algunos puntos del planeta, ya sea para acoplarte o para, al menos, no asombrarte cuando veas que sus lugareños las llevan a cabo.
En los países árabes, por ejemplo, aquello que en Occidente es sinónimo de mala educación, aquí es una sana costumbre: comer con la mano. Por supuesto, se las lavan antes y de un modo especial, ya que lo hacen con la ayuda de otra persona que les vierte agua sobre sus manos. Pero además, no es raro verlos comer sin cubiertos y sin mesa. Sentados en el piso, sobre una estera, comparten sus comidas sentados –o, en su defecto, arrodillados-. Por último, la vasija suele reemplazar a los platos y de ella toman, con la mano, su porción todos los comensales. Si vas a participar de este verdadero ritual, procura comer con la mano derecha.

Si en lugares como España te hablan de entomofagia, debes saber que te están hablando de comer insectos. En casi todas las latitudes hay países que ofrecen delicias culinarias con bichos que a muchos sólo se les ocurre matarlos o echarles un insecticida. Sin embargo, aportan muchas proteínas y, dicen quienes los probaron, saben rico. En México, por ejemplo, se comen chapulines; en Colombia, hormigas culonas; en Asia, desde arañas hasta escorpiones y en África, cigarras orugas.

Para quienes estén por visitar Japón, no deben olvidarse que sacarse los zapatos antes de ingresar a una vivienda e incluso a un comercio o algún restaurante muy tradicional, es casi obligación. Por supuesto, si vas a entrar a un templo, ni se discute. En tanto, en los baños hay que calzarse, pero con unas zapatillas especiales que suele haber en la puerta misma de ese ambiente.
Otro lugar en el que los zapatos molestan es en Senegal. Allí, la costumbre es quitárselos para comer. En tanto, en Sri Lanka, hay que hacerlo para ingresar a los templos.

Si eres de algunos países en donde la propina es una costumbre con reglas más sui géneris, debes saber que hay países en los que esto no se discute. Por ejemplo, en Estados Unidos debes dejar, como mínimo, el 10% de lo que hayas consumido o gastado y esto debes hacerlo siempre: con el camarero pero también con la manicura o el peluquero. Ahora, si estás en Japón, además de sacarte los zapatos, guarda la billetera, ya que aquí dejar propina está mal visto. Lo mismo sucede en China.

Si no eres de Sudamérica y viajas para esas latitudes, no debe extrañarte que te den uno o dos besos para saludarte, tanto para recibirte como para despedirte. En estos países, un simple “hola” o un apretón de manos es sinónimo de distancia, frialdad y antipatía. Los latinos, con su sangre caliente, suelen incluso besarse y abrazarse a la hora del saludo.

Fuente: todoparaviajar.com

viernes, 9 de diciembre de 2011

Viajes 2.0

Las redes sociales abrieron un mundo nuevo. Y en materia de turismo, también. Te contamos los diferentes usos que le puedes dar para inmortalizar tus aventuras.
El viejo hábito de escribir lo que a uno le sucede en la vida también se traslada a los viajes.







El diario del viajero es una práctica que se emplea desde la invención de la escritura. Se empleó principalmente para evitar perderse e incluía el trazado de mapas caseros. Luego, con el surgimiento de los viajes de los antropólogos para el estudio de otras culturas, el diario del viajero pasó a ser el lugar en donde no sólo se detallaban cuestiones propias del lugar sino que, además, se plasmaban sensaciones y todo por lo que debía atravesar. Hoy muchos de los que van a viajar por algún lugar del mundo deciden copiar esta práctica, pero con las ventajas de la Web 2.0.

¿Qué se comparte?

Principalmente se busca compartir la experiencia a través de las anécdotas, recomendaciones, fotos, videos y de todo aquello que rescataron del viaje por los diferentes lugares.

Un ejemplo de esto es el blog de Pablo, quien relata todos sus preparativos y su itinerario a seguir en www.latitudes-longitudes.com. Allí comenta cómo será su viaje por todo el mundo, en qué ciudad está, fotos, videos, qué hacer y qué no, cuáles fueron sus preparativos a la hora de viajar por el mundo, sus inspiraciones para emprender esta tarea y muchas otras cosas más.

Redes Sociales

En Facebook puedes acceder a aplicaciones sobre las diferentes agencias de viajes, ver fotos de lugares, unirte a grupos para intercambiar experiencia, y tratar de formar una red de amigos en donde puedan comparar vivencias y recomendar lugares para ir, entre otras posibilidades. También está la opción del “me gusta” ante determinadas propuestas acerca del ámbito del turismo.

Where I Been es una página en donde también compartes tu experiencia de viaje a partir de tu cuenta de Facebook y estableces mediante la locación de diferentes ciudades en el mapa qué porcentaje del mundo conoces. Puedes etiquetar a tus amigos y compartir tus vivencias.

Twitter permite que te hagas follower de compañías aéreas para enterarte de los descuentos. Compartir enlaces, twittear sobre tus locaciones y tu estadía, ya sea desde la web o desde tu celular son algunas de las opciones. Retwittear datos de interés o información útil de los miembros de tu comunidad virtual también forman parte del abanico de esta red.

Flikr es una comunidad de fotos en la que los usuarios publican todas sus imágenes. Muchos aprovechan para mostrar su arte y enseñarle al mundo dónde estuvieron, qué vieron y qué hicieron en sus viajes. Lo que tiene de bueno es que no tienes que estar registrado para poder ver las fotos, aunque sí para subirlas.

Hay redes virtuales que se dedican pura y exclusivamente al turismo como Mi nube, en donde creas tu profile desde que estás por comenzar el viaje, tienes la posbilidad de encontrar vuelos, hoteles y todo lo necesario para el periplo. Puedes, además, crear tu propio blog para escribir tus experiencias y realizar enlaces desde Flikr.

I Wanna go there permite el intercambio de viajes a nivel más profundo que Mi nube, ya que su principal objetivo es ése. Eso sí, hay que tener en cuenta que está en inglés. Por otra parte, se relaciona con otras redes como Facebook y Twitter.

Trourist es una red a la cual se puede acceder desde la cuenta de Facebook. Permite compartir experiencias, planificar nuevos viajes, recomendar o aceptar recomendaciones sobre excursiones, lugares para ir o cómo llegar.

Fuente: todoparaviajar.com

Los libros también viajan

¿Se imaginan adquirir y leer un libro en Rusia, dejarlo en la mesa de un café en Vietnam y enterarse de que alguien lo está leyendo en Turquía? ¿Les gustaría saber quiénes leyeron ese libro que dejaron en el café de Vietnam y qué opinan sobre esa lectura? ¿Puede un libro encontrado por casualidad cambiarnos el día? BookCrossing permite esto y mucho más…

Leyendo un libro viajero en un bar
Por Aldana Chiodi

BookCrossing.com es una biblioteca mundial que conecta libros y lectores de distintas partes del mundo. Los amantes de los libros suelen ser fanáticos de contar con una gran biblioteca, con todos los libros acomodados y ordenados. Pero, hace unos años, más precisamente en 2001, a un grupo de estadounidenses se les ocurrió que los libros podían “cobrar vida” y como una de las mejores formas de vivir la vida es viajando... los libros comenzaron a viajar.

De esta manera, los libros salen de las estanterías y se largan a recorrer el mundo. Así, cada libro “cobra vida” a partir de quiénes lo leen, de los lugares que visita, de las acotaciones que le dejan y de las marcas que va dejando el trajín cotidiano.

La idea central es “liberar” los libros “en la jungla” para que sean “cazados” por otras personas. Pero para liberarlos, primero es necesario identificarlos. Al igual que las personas, para salir de viaje fuera del país, los libros necesitan un pasaporte. En este caso, es un número de identificación BookCrossing (BCID) que se obtiene al registrar el libro en el sitio web (http://www.bookcrossing.com) y que es importante colocar en algún lugar visible del libro (etiquetarlo).Libros Viajeros - Bookcrossing
Una vez que el lector “cazó” un libro, lo etiquetó, y completó su lectura puede dejarlo en la biblioteca de un hostel o en las estanterías de un café. El libro puede pasar allí mucho tiempo o salir de viaje nuevamente en unos minutos. Todo depende de que otro lector lo encuentre, lea la etiqueta de BookCrossing y siga el viaje del libro en la web. De esta manera, los lectores van registrando en la página web de BookCrossing todo lo que el libro va viviendo en su viaje y así, no sólo se conectan libros con personas, sino también personas que tienen y comparten los mismos gustos e intereses.

Para los más aventureros, existe la posibilidad de “liberar” el libro en cualquier lado: una ventana, el banco de una plaza, las escaleras del metro… ¿Se imaginan encontrar de casualidad un libro en una ventana y que se lo puedan llevar “sin culpa” para disfrutar de una tranquila lectura? Eso también es Bookcrossing.

Ese libro, que estaba “aburrido” en la biblioteca puede arrancarle una sonrisa a una persona desconocida que se encuentra a miles de kilómetros. Todos los BookCrossers quieren saber cuáles son las aventuras de “sus” libros. Nunca sabemos lo que un simple libro puede generar en otra persona que lo lee. Por eso, en la actualidad existen alrededor de 850.000 BookCrossers, que han registrado casi siete millones de libros los cuales están viajando por más de 130 países.
La comunidad bookcrossing crece día a día y se incorporan nuevas maneras de relacionar personas, libros, ciudades y culturas. Pueden descubrir más de estas interrelaciones en la sección Libros y Gente (http://www.bookcrossing.com/books). En algunos países, como en Argentina, se han creado “sucursales” de BookCrossing que permiten mayor conexión entre sus miembros (http://www.bookcrossing.com.ar/2006/06/quienes-somos.html).

Una iniciativa para que cada vez más historias ficticias se entrelacen con historias reales de los que disfrutan de una buena lectura, acompañada con un café o té; frente al mar, al río, a una montaña o en una casa, ya sea en los lugares más lejanos o cercanos del planeta.

“Los libros cambian a las personas, las personas cambian el mundo” (BookCrossing)

Fuente: todoparaviajar.com