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viernes, 13 de enero de 2012

Cuando viajar no es un placer

No todos se suben a un avión por turismo. Muchas veces nos toca conocer otras latitudes por trabajo. Por eso, hay cada vez más servicios y comodidades para quienes realizan viajes corporativos.

Los viajes corporativos tienen cada vez más facilidades. Foto:iStockphoto.com

Están quienes arman sus valijas con el traje de baño y las ojotas y quienes, en cambio, deben empacar camisas y corbatas. Los primeros, por supuesto, viajan por placer. Los otros, en tanto, se suben a un avión en plan de viaje corporativo; es decir, por trabajo.

Según la región, este tipo de viajes crecieron o, en su defecto, bajaron. Por supuesto, la ida y vuelta de las cifras tiene que ver directamente con la situación económica de cada país y, por ende, con la mayor o menor inversión que se hace en el área.

Así, por ejemplo, en Argentina los números son favorables y, por sólo mencionar una estadística, entre 2009 y 2010 ya habían subido un 20%. Para ello, es necesario contar con algunos servicios imprescindibles. A saber: los hoteles deben contar con salas de reuniones y/o de conferencias, servicio de internet (hoy por hoy, tener WiFi en la habitación es indispensable; ya no basta con contar con un business center), y en algunos casos hay hoteles que incluso ofrecen notebooks para sus clientes y hasta secretarias temporales. Además, otros servicios muy bienvenidos por quienes viajan por negocios incluyen la posibilidad de invitar a desayunar a otras personas que no se están alojando en el hotel y contar con una sala especial, apartada del resto, para poder reunirse mientras realizan la primera comida del día.

Si a esto se le suma el hecho de que algunos complejos complementan la obligación con otros servicios relacionados con la relajación como piscinas, spas y fitness center, viajar para muchos empleados es, además de un trabajo, un placer.

Entre las cosas que suelen tener en cuenta quienes eligen un lugar para parar en sus viajes de negocios, no sólo están los servicios y comodidades del hotel sino también su ubicación. Por lo general, es necesario que se encuentren en el centro de la ciudad, cerquita de todo: bancos, oficinas y demás.

Pero, por suerte, también están los viajes corporativos masivos que no son exclusivamente para cerrar negocios sino, tal vez, acciones que las empresas realizan para lograr una mejor comunicación entre sus empleados, generar el espíritu de pertenencia a la empresa y, por qué no, premiar a quienes dejan su granito de arena día a día para que la marca crezca. En ese contexto, hay opciones en la playa, con all inclusive y actividades programadas incluidas. Y también hay cruceros que organizan viajes corporativos de todo tipo: de incentivo, de premio, para un evento, para congresos o lanzamientos. Todo vale si de ser original se trata.

Fuente: todoparaviajar.com

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