Elegir un
hotel, una agencia de viajes, un guía, un restaurante, un destino
certificado en calidad turística, ¿para qué sirve? Aquí, algunas
respuestas.
Fuente: todoparaviajar.com
La certificación turística garantiza ciertos estándares de calidad que se identifican mediante etiquetas o sellos turísticos. | |
Por Verónica Luna
Cuando se planea un viaje, se
piensa en una experiencia ideal. Pero para que la vivencia sea tan grata
como fue imaginada, la calidad de los servicios recibidos es
determinante. Si el destino es maravilloso pero las prestaciones no
cubrieron las expectativas, el recuerdo de las vacaciones puede tener
sabor amargo. Para garantizar ciertas normas de calidad en los servicios
turísticos, hay programas de certificación que otorgan sellos a los
prestadores que cumplen con los requisitos de un buen servicio.
La calidad
El crecimiento del sector
turístico en las últimas décadas, y sobre todo la expansión que se prevé
para el futuro, hacen necesarios ciertos controles que garanticen la
sostenibilidad de los recursos económicos, socioculturales, ambientales y
de seguridad en las comunidades locales y en las naciones. Esta visión
se enfoca en lograr la protección y conservación de los recursos a largo
plazo. Una forma de garantizar que el sector turístico se desarrolle
bajo este emblema es el apuntando a la calidad.
De acuerdo con la OMT
(Organización Mundial del Turismo), la calidad turística se refiere a la
satisfacción de todas las necesidades de bienes y servicios,
requerimientos y expectativas del consumidor, a un precio aceptable, que
estén en consonancia con las variables de seguridad, higiene,
accesibilidad, transparencia, autenticidad y armonía de la actividad
turística en relación con su entorno humano y natural.
La certificación es una
herramienta para garantizar un uso eficiente de los recursos dándole al
turista una experiencia gratamente memorable. Se aplica a servicios de
alojamiento, restaurantes, aeropuertos, operadores turísticos, guías de
turismo, cruceros y embarcaciones turísticas. Entre servicios que tengan
prestaciones similares, pero uno cuente con aval y otro no,
probablemente el turista elija aquel que tenga un sello de calidad
porque es el que le otorga mayor probabilidad de lograr satisfacción.
Los beneficios
Los sellos de calidad fueron creados para transmitirles a los usuarios confianza en
los servicios que contrata. Son mecanismos que aseguran cierto estándar
en las condiciones físicas de las instalaciones, la capacitación de los
empleados, el ahorro de energía, la seguridad y se lleven a cabo
mejores prácticas que contribuyan a la satisfacción de los usuarios. Algunos
se focalizan en la calidad del trato con el cliente, otros en la
calidad de la gestión implementada dentro de la organización, y muchos
se concentran en la calidad de los servicios ecoturísticos. Las
etiquetas verde distinguen a los prestadores de servicios que
desarrollan sus actividades de una forma más amigable con el ambiente.
Obtener un sello de calidad
turística, es además un importante instrumento para la difusión y el
marketing. La exhibición del logotipo que da cuenta de la certificación
atrae a turistas más exigentes. Además, otorga prestigio y relevancia a
los servicios turísticos.
Para los organismos oficiales de
turismo, los avales de calidad garantizan el acceso a determinados
servicios, aumenta la oferta de destinos turísticos y ofrece mayores
ventajas en el acceso a la capacitación, el crédito, la inversión y la
financiación para mejorar los servicios e infraestructura.
¿Quiénes pueden obtenerlo?
Pueden obtenerlo todos los
productos y servicios turísticos ya que es un sistema voluntario. Los
interesados en contar con una certificación de calidad, tienen que
adherirse a ciertas normas y procedimientos. Una vez que estas medidas
se implementan, los prestadores pueden autoevaluarse y obtener una
calificación. En algunos casos se utiliza un sistema similar al de
estrellas que se aplica a los hoteles. Cuando el prestador alcanza a
cumplir los requisitos mínimos, un consultor verificará la calidad del
servicio.
Sellos
El sello es el distintivo que
permite distinguir a un establecimiento o servicio por su calidad. Tiene
una duración determinada, y puede ser renovado o revocado si no se
cumple con los requisitos.
Varias iniciativas de
certificación se desarrollaron en pos de la preservación de los
recursos. Sin embargo, todavía hay mucho por trabajar, puesto que su
proliferación puede generar confusión entre los usuarios. Para que un
sello tenga validez, es necesario que sea reconocido por todos ya se
trate de consumidores, proveedores o miembros de la comunidad local. Uno
de los sellos más reconocidos es Q turística, que es una estampa
española que aporta a los establecimientos que distingue, prestigio,
diferenciación, fiabilidad, rigurosidad y promoción. Tiene como premisa
“asegurar a los clientes la mejor experiencia turística posible”. Es
otorgado por el Instituto para la Calidad Turística Española, una
entidad privada, independiente y sin fines de lucro, que es la encargada
de certificar, administrar y velar por el uso correcto de la marca.
La etiqueta Ecolabel se otorga a
los productos y servicios que garantizan un bajo impacto ambiental. Los
atributos sobre las que se concentra están vinculadas a la reducción de
la contaminación atmosférica a partir de disminuir las emisiones de
azufre y gases del efecto invernadero; reducción en el uso de sustancias
nocivas para el medioambiente y menor consumo de energía. La entidad
que la otorga es el Comité de Etiqueta Ecológica de la Unión Europea
(CEUE), que está conformada por los organismos competentes de los
estados nacionales como ONGs, asociaciones de consumidores, sindicatos y
representantes de las pequeñas y medianas empresas.
Algunos países como Chile y
Colombia que lograron un fuerte arraigo de sus sistemas de certificación
de calidad turística. Otros están todavía afianzándose porque
entendieron que cuando la calidad está bien entendida, comienza por
casa.
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