Surf, playas
desiertas y extensos bosques: el balneario menos conocido del sector de
la costa que va de Reñaca a Zapallar es para los que buscan el relax
total.
Hermosas playas de Ritoque, Chile. Foto gentileza www.ritoqueraices.com | |
Texto Karen Kesselbrenner
Fotos gentileza Ritoque Raices Eco-Surf Hostel
Cuando un viajero se encuentra con
un punto del mapa que incluso los lugareños conocen poco, puede
considerarse afortunado. Y uno de esos sitios de Chile que aún gozan de
relativo anonimato es Ritoque.
La quinta región del país ofrece
un sinfín de balnearios de fácil acceso. Desde la conocida Viña del Mar
hasta la exclusiva Zapallar, la costa chilena atraer tanto a los
santiaguinos cansados del asfalto como a turistas de otros países.
Pero sólo aquellos que viajen con
los ojos bien abiertos aprovecharán algunos de los kilómetros de arena y
olas menos conocidos. Ritoque, con sus playas desiertas, es uno de los
destinos favoritos de los amantes del surf.
A 50 minutos de bus desde
Valparaíso, sus 17 kilómetros de costa están celosamente custodiados por
profundos bosques vírgenes. Una única angosta ruta llega hasta la misma
playa desde Quintero, la ciudad más cercana, a unos diez minutos en
automóvil.
Qué hacer
Este imán natural para los
surfistas no sólo es ideal para los amantes de los deportes acuáticos.
Las cabalgatas entre las dunas y las clases de yoga en la arena, bien
temprano a la mañana, están entre algunas de las actividades predilectas
de los visitantes. A pesar de la bajísima temperatura del agua, más de
un valiente se anima a la natación en estas latitudes del Océano
Pacífico.
Por la noche, mientras el frío no
se sienta con tanta intensidad, es común organizar grandes asados para
familia y amigos o en los distintos puntos de alojamiento a pocos metros
del mar. Para los que sí o sí tienen que comer en un restaurante,
también está la opción del que está próximo al parador de la playa.
Una escapada al centro de Quintero
para aprovechar la feria de alimentos tampoco puede quedar fuera de la
lista de cosas para hacer si el viajero siente la imperiosa necesidad de
poner a trabajar a la tarjeta de crédito (o al efectivo, más
precisamente). Funciona tres veces por semana frente a la estación de
buses de la ciudad.
Cómo llegar
Todos los caminos conducen a Quintero: esa es la clave para llegar a Ritoque.
Desde Santiago, los buses Cóndor y
Pullman salen aproximadamente cada hora hacia Quintero desde la
Estación Pajaritos del metro. Es la misma parada del transporte público
que llega al aeropuerto de la capital. Desde Pajaritos hasta Quintero,
hay unas tres horas de viaje. Esta opción también es recomendable para
aquellos que viajen desde el exterior o el norte del país.
Quienes partan desde Valparaíso,
Viña del Mar u otro punto más al sur de la costa pueden tomar cualquier
bus de la línea Sol del Pacífico que tenga el cartel de Quintero al
frente.
Independientemente del lugar de
origen del servicio, es preferible pedirle al conductor que los deje en
el cruce del puente de Quintero y así ahorrarse el trayecto hasta la
estación de buses. Tardarán menos en llegar a Ritoque y el taxi será más
barato.
Cualquier colectivo (taxi
compartido) debería llevarlos hasta la playa de Ritoque, pero es
costumbre consultar antes de empezar el viaje. Los conductores sueles
cobrar 2.000 pesos chilenos (poco más de U$4), pero algunos pueden
exigir 2.500. Pagar más que eso es ser víctima de una pequeña estafa.
Si se animan, también es muy común
hacer dedo. Incluso, a veces ni es necesario pedir un aventón, ya que
los lugareños se ofrecen espontáneamente (en especial, cuando se trata
de turistas mujeres).
Dónde Alojarse
Hay algunas cabañas para alquilar cerca del bosque por unos 6.000 pesos chilenos (U$S12,5) por persona.
Este balneario de bajo perfil es
un destino indicado para aquellos viajeros que no necesitan sí o sí
hospedarse en hoteles de lujo ni requieren las instalaciones más
glamorosas para aprovechar sus vacaciones.
Aquí, la naturaleza le regala a
los viajeros sonidos y paisajes que en otros puntos del mundo pueden
demandar varios cientos de dólares para acceder a ese privilegio.Lo más
aconsejable de este destino es dejarlo para el final del viaje. Tres
días de desconexión total lo dejan a uno listo para volver a la rutina
silbando bajito y bien descansado
Fuente: todoparaviajar.com
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