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miércoles, 2 de mayo de 2012

Las 4 "P" del emprendimiento

Emprender es una actividad llena de retos y emociones, una experiencia que pocos se atreven a vivir y una aventura de la que solo los más valientes salen victoriosos.
Hace poco más de 3 años tomé la decisión de ser un emprendedor y desde entonces cada día me despierto ansioso por aprender algo nuevo sobre negocios, empresas e inversiones, tratando de acercarme a mi meta de ser un gran líder empresarial. Actualmente no concibo mi vida alejada del entorno empresarial y siento que voy por el camino correcto, al menos así me lo dicen mi corazón y mi intuición.
Aún me queda mucho camino por recorrer para lograr mis sueños, pero en mi corta experiencia como emprendedor he aprendido infinidad de lecciones que me han permitido crecer como persona y como profesional. Una de estas lecciones aprendidas es que el emprendimiento debe estar acompañado de 4 elementos que coincidencialmente empiezan por "P". Te invito a conocer estos cuatro elementos.
Las 4 P del emprendimiento

1. Pasión

Tuve mi primer contacto con el emprendimiento cuando recién empezaba la universidad. Una docente nos puso un reto: tratar de reunir el dinero del semestre por nuestra propia cuenta. En aquel entonces yo dependía económicamente de mis padres y fue un reto que me tomé bastante en serio, tomé una hoja y empece a escribir ideas de negocio que me permitieran alcanzar la meta propuesta; luego descarté aquellos negocios con poca rentabilidad y empece a realizar todos los restantes. Vendía golosinas, quemaba CD´s de música a mis amigos, hacia trabajos a computador, etc. Luego cree mis propios productos (refrescos con una receta de mi mamá) y resultaron ser más populares y rentables que los otros... en fin, hacía de todo. Finalmente superé ampliamente el reto.
Lo más beneficioso de esta experiencia no fue el dinero que gané, sino que gracias a ella descubrí mi verdadera pasión: los negocios. Pensar en formas de ganar dinero, comprar, vender, planear estrategias de venta, administrar dinero y todo lo que conlleva manejar un negocio generaba en mí una sensación única y a ello quería dedicarme por el resto de mi vida.
Cuando uno se dedica a las cosas que realmente le apasionan todo sale bien, y si salen mal nunca te arrepentirás de haberlas hecho. Cada día debemos tomar decisiones sobre lo que vamos a hacer y en ocasiones se deben dejar de hacer algunas cosas por hacer otras, mi consejo es poner las alternativas en una balanza y elegir aquellas que nos apasionen.

2. Planteamiento de Metas

Luego de mi primer experiencia con los negocios me levantaba cada día pensando en ideas para crear mi propia empresa. Tenía muchísimas ganas de hacer algo pero no se me ocurría nada. Pasaba el tiempo y mis energías se desgastaban tratando de encontrar una idea de negocios perfecta.
Imagínate que empiezas a correr, y corres y corres incansablemente para darte cuenta de que no sabes hacía donde vas; esto le sucede a menudo a muchos emprendedores, tienen la pasión pero no logran ponerse una meta clara para enfocar sus energías hacia ella. Recuerda: "No existe viento favorable para quien no sabe hacia donde va".
Solo cuando sabes dónde estas y para dónde vas podrás saber lo qué debes hacer para llegar allí. Un emprendedor sin metas es como un buen barco sin rumbo, pues posee todas las capacidades para ir a cualquier lugar pero no sabe a donde dirigirse.

3. Paciencia

Una vez has establecido metas claras, empiezas a recorrer un camino lleno de incertidumbre y riesgos, un camino donde muchas veces te sentirás perdido y querrás echar todo por la borda, y es aquí donde la paciencia será tu mejor compañera.
Warren Buffett dice: "Algunas cosas solo necesitan tiempo... Nueve mamás no hacen un bebe en un mes".
Ser paciente es una virtud muy importante que todo emprendedor debe desarrollar, las grandes empresas no se hicieron de la noche a la mañana, todo lo contrario, las empresas más grandes del mundo han sido el resultado de años de esfuerzo y lucha de sus gestores.
"Un olivo, el rey de los árboles, dura 100 años para llegar a ser el árbol perfecto. En cambio, para ser cebolla solo se necesitan nueve semanas".
Pero ojo, la paciencia por si sola es peligrosa. Hay emprendedores demasiado pacientes, tan pacientes que sencillamente esperan que "las cosas les caigan del cielo", y por ello la paciencia debe ir acompañada de un cuarto elemento.

4. Perseverancia

Ser perseverante es tener la capacidad de levantarse una y otra vez, sin importar lo fuerte que fue la caída. "El éxito es la habilidad de ir de fracaso a fracaso sin perder el entusiasmo." –dice Winston Churchill.
Los más grandes emprendedores de la historia se han caracterizado por ser personas luchadoras, capaces de reponerse del fracaso y dispuestas a seguir sus sueños sin importar cuantos obstáculos se interpusieran en su camino.
Cuando se quiere emprender se debe intentarlo una y otra vez, manteniendo siempre la misma pasión y energía que cuando empezamos, de lo contrario nos veremos rezagados ante el primer obstáculo con que nos encontremos.

Fuente: negociosyemprendimiento.org

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