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jueves, 22 de septiembre de 2011

Viajar en submarino

Hay ricones del planeta en los que es posible sumergirse en las profundidades del océano para hacer un paseo turístico. ¿Te animas a ver el mundo desde abajo?

Así como es posible ver al mundo desde el cielo, también –y desde mucho antes, en realidad- es posible hacerlo desde las profundidades del océano. Y si ya hay turismo al espacio, ¡cómo no iba a haberlo submarino!

En Aruba y Bahamas los sumergibles turísticos son muy conocidos y a bordo de ellos, durante aproximadamente una hora, se puede disfrutar de una travesía por las aguas turquesas y, con suerte, observar la fauna y flora submarina. Así, por ejemplo, el dueño del resort submarino Poseidon Resort es uno de los mayores inversores en la zona en estos buques que pasean debajo del agua.

No sólo en el Caribe se puede investigar la vida subacuática sin necesidad de bucear o hacer snorkeling -¡ni de mojarse la ropa!- sino también en Israel, Estados Unidos y España, entre muchos otros lados. De hecho, España es uno de los puntos con más ofertas de este tipo. Canarias Cataluña y Galicia son algunos de los destinos que, durante el verano, ofrecen salidas de este tipo a diario. A 30 ó 40 metros debajo del mar, permiten apreciar los corales, cardúmenes y tesoros olvidados bajo el mar como barcos hundidos. Por supuesto, para que los pasajeros tengan la posibilidad de ver esto y fotografiarlo, todos tienen sus propias y típicas ventanitas circulares al lado de su asiento.

Hawaii no podía estar exenta de esta moda. Allí todo es agua y placer y viajar en submarino es uno de ellos. “Creemos que se puede proteger el entorno submarino mediante la exploración, educación, investigación y preservación”, dice el CEO de Atlantis Submarine, una de las empresas que ofrece este servicio en las islas de Hawaii, tanto en Waikiki como en Kona y en Maui.

En Barbados, en tanto, prometen que el viaje es, además, lujoso y confortable, con aire acondicionado, champagne y delicias varias (todas salidas del mar, por supuesto).

Pero, ¿cómo son? Suelen tener grandes portillas para que todos puedan disfrutar de la vista y funcionan a batería, por lo que son un poco más lentos que las naves utilizadas por los militares. Si bien hay algunos grandes, hay otros más pequeños (utilizadas para buceadores) que tienen apenas dos o tres asientos y permiten, además, que el pasajero maneje la embarcación que, por lo general, su sumerge hasta 100 metros. Además, tienen una cúpula transparente que permite apreciar las bondades submarinas en todas sus dimensiones.

Datos a tener en cuenta

Así como sucede en los aviones, para sumergirse en las aguas submarinas las cabinas de los buques están presurizadas por lo que hay que tomar los mismos recaudos que a la hora de volar para evitar oídos tapados o dolores en ellos.

Y de más está decir que si eres algo claustrofóbico, éste no es el mejor paseo turístico que puedas elegir.

Fuente: Todoparaviajar.com
Fotos: Todoparaviajar.com

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