Si bien cumplo el rol de...no me considero un docente, prefiero decir que soy "formador" que no deja de ser una responsabilidad menor. Docente es mi madre, que dedicó su vida a educar y formar niños de 5º grado en nuestra Olavarría natal, en la Escuela Nº 8. Recuerdo cuando algunos de mis amigos me contaban que ella era muy estricta y a mí de daba verguenza, que poca noción de las cosas "correctas" que tenemos cuando somos chicos. Perdón mamá y gracias por tamaño ejemplo!!
En poco más de dos semanas, comienza un nuevo ciclo en la Escuela donde doy clases. Y hoy por la tarde pensaba, me autoevaluaba, soy bueno?, soy malo?, soy justo?, les dejo algo a los alumnos? aprenden? soy claro? estoy formando? y la gran pregunta: les estoy aportando herramientas para que sean grandes "profesionales" del Turismo?
Cuando los veo hacer sus pasantías, unos me hacen ver que vamos por el buen camino, otros no tanto y otros me provocan gran frustración, por ende cuando la piedra cae en el charco y salpica, parte del lodo te va a tocar. Lo que corresponde en esos casos, es hacer una autocrítica severa y profunda para saber en que me estoy equivocando (hablo en primera persona, no porque sea el único en este camino, sino porque analizo mi parte).
Estoy cansado de los charlatanes y los vende humo. Me da terror transformarme en uno de ellos. Las personas no debemos hablar con las palabras, sino con "hechos". Acercarse a ese grupo, automáticamente te aleja del ser DIGNO.
Hay una frase que dice: "Para que los malos triunfen, solo hace falta que los buenos no hagan nada" (Edmund Burke).
Estoy convencido que si todos los días, cuando amanecemos, nos sentamos en el escalón más alto del podio de la "ignorancia", tenemos gran parte de la batalla ganada. Todos los días estamos obligados a generar cosas nuevas y sobre todo cosas buenas. Un formador, debe tener esa premisa. Los adultos, somos los que debemos guiar a los más jóvenes y comprometernos con la educación, sin importar donde nos toque actuar (escuela, casa, calle, colectivo, etc.).
Todos fuimos niños, pero hoy somos el resultado de la educación que primero nos brindaron en nuestros hogares, luego la escuela media y posteriormente en las instituciones superiores
de educación. Si nosotros tuvimos ese gran regalo en nuestras vidas, no podemos pecar de mezquinos cuando somos adultos. Somos absoluta y completamente responsables por todos los que vienen atrás nuestro.
La gente educada, hace una familia educada, un barrio educado, un pueblo educado y un país justo y solidario.
Espero y deseo estar haciendo bien las cosas, de última si es así, lo único que gano para mí es aumentar la egoteca, para los demás? dejarles la alfombra roja que los conducirá al éxito como profesionales, pero sobre todas las cosas ser "buena gente"... y quizás algún día pueda contarle a mis nietos que el "abuelo" fue DOCENTE, que tal!!
hachece
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